Quiénes Somos
PRESENTACIÓN
Somos una Red de Colegios pertenecientes a la Congregación Religiosas del Sagrado Corazón que hacemos nuestra su Misión Educadora manifestada en las Constituciones :
“Somos enviadas por la Iglesia a comunicar el Amor del Corazón de Jesús...
Sta. Magdalena Sofía hizo vida esta convicción por medio del servicio educador, especialmente de la juventud. Fieles a su inspiración y abiertas como ella a nuevas situaciones, hacemos nuestro su deseo:
que cada persona se abra a la verdad, al amor y a la libertad,
que descubra el sentido de su vida y se entregue a lo demás,
que colabore creativamente en la transformación del mundo,
que viva la experiencia de amor de Jesús,
que se comprometa en una fe activa.”
(Constituciones Religiosas del Sagrado Corazón N° 10 y 11)
VISIÓN
La Red de Colegios garantiza que el carisma de Magdalena Sofía, sus intuiciones y sus principios educadores continúen hechos carne y vida en los Colegios del Sagrado Corazón . Favorece la mirada pedagógica actual y suma esfuerzos para el logro de calidad educativa desde la experiencia comunitaria y global.
La Red de Colegios del Sagrado Corazón de Chile pertenece a su vez a la Red de Instituciones educativas del Sagrado Corazón de América Latina y el Caribe (REDLAC) .
MISIÓN
Animar, promover y facilitar la comunicación y el apoyo mutuo, entre los Centros Educativos de Chile , con el objeto de aunar esfuerzos ,compartir experiencias y recursos formativos a modo de fortalecer el carisma ,la espiritualidad y la misión educadora de la Sociedad del Sagrado Corazón
Los Colegios del Sagrado Corazón de Chile ,que pertenecen a la Red son:
| Colegio del Sagrado Corazón de Concepción | Colegio del Sagrado Corazón de Apoquindo | Centro Educacional Sagrado Corazón |
|---|---|---|
| Fundado en 1865 | Fundado en 1874 Santiago Centro. Trasladado en 1957 a las Condes. Santiago. | Fundado en 1969. Lo Espejo. Santiago. |
| Subvencionado. Científico Humanista. | Particular. Científico Humanista | Subvencionado Técnico Profesional. |
| Femenino | Femenino | Mixto |
| Entidad Sostenedora Fundación Educacional Santa Magdalena Sofía Barat. | Entidad Sostenedora :Fundación Colegio Sagrado Corazón - Apoquindo | Entidad Sostenedora Corporación Aprender. |
IDENTIDAD E HISTORIA
LA SOCIEDAD DEL SAGRADO CORAZÓN:
Santa Magdalena Sofía Barat nació en 1779 en Joigny, Francia. Ya desde muy joven sintió la llamada a seguir a Jesús en la vida religiosa. El 21 de Noviembre de 1800, a los veinte años, hizo sus primeros votos junto a otras compañeras en Paris, naciendo así la Sociedad del Sagrado Corazón, congregación que desde sus orígenes participa en la misión de la Iglesia a través del servicio educador expresado en la espiritualidad que le es propia: “Descubrir y manifestar el amor del Corazón de Jesús”
El sueño de Santa Magdalena Sofía fue: formar mujeres que sanaran el mundo sin herirlo... Durante toda su vida buscó hacer la voluntad de Dios que la llevó a fundar innumerables casas en distintos países, y a superar todo tipo de dificultades y contradicciones, a pesar de su frágil salud. Enraizada en Jesús superó todas las tribulaciones con humildad y confianza por la convicción y el deseo íntimo de descubrir y manifestar a los demás el amor del Corazón de Jesús, que con tanta fuerza ella experimentaba.
Esta espiritualidad, que va contagiando a muchas otras mujeres, toca el corazón de Santa Rosa Filipina Duchesne, nacida en Grenoble, Francia, quien sintió desde muy joven la llamada a manifestar el amor del Corazón de Jesús en tierras norteamericanas. Tras largos años de espera pudo hacer realidad este llamado en 1818 al marchar a América y fundar allí la primera comunidad del Sagrado Corazón en el Continente . Luego, respondiendo a una solicitud del gobierno de Chile, Ana de Rousier y dos compañeras son enviadas a fundar la primera Escuela Normal Femenina para la formación de maestras y colegios en Maestranza, 1854 en Santiago y en 1865 en Concepción . Así, gradualmente, se va extendiendo esta obra por Latinoamérica: Cuba 1858, México 1873, Perú 1874, Puerto Rico 1880, Argentina 1880, Brasil 1904, Colombia 1907, Uruguay 1908 y en otros lugares del mundo.
Las dificultades de aquellos tiempos (hambre, frío, miseria, epidemias, situación de la mujer) no fueron obstáculos para vivir con alegría y generosidad todas sus tareas. Otras mujeres se sintieron atraídas por su testimonio y la Congregación pudo así atender a nuevas necesidades.
Desde el principio, y durante un siglo y medio, el proyecto se ha manifestado, sobre todo, en la educación de la juventud por medio de instituciones educativas. Los desafíos planteados por los cambios del mundo, después de la Segunda Guerra mundial, llevaron a las Religiosas del Sagrado Corazón a ampliar la manera de encarnar hoy la misión educadora.
La misma concepción de la educación que tenía la fundadora ha ayudado en esta búsqueda, ya que el servicio de la educación por la enseñanza era para Magdalena Sofía un medio para formar a las jóvenes para que llegasen a ser mujeres sólidamente cristianas y comprometidas en la sociedad de su tiempo y que colaboraran en la transformación de la sociedad, mejorándola y reconstruyendo el tejido social tan dañado después de la Revolución Francesa.
En el deseo de ir actualizando y encarnando este llamado es que la Sociedad del Sagrado Corazón forja hoy su servicio de educación en tres campos de acción:
• la enseñanza y la formación,
• el desarrollo humano y la promoción de la justicia,
• la pastoral y el acompañamiento de la fe.
Santa Magdalena Sofía no escribió nunca un tratado de pedagogía, todas sus intuiciones educativas han quedado plasmadas en sus cartas y conferencias. Su pensamiento pedagógico se encuentra desarrollado y sistematizado en los Planes de Estudios redactados o supervisados por ella, que se fueron sucediendo en la medida en que se veía necesario ponerlos al día para responder a las necesidades de los tiempos. Ella decía: “los tiempos cambian, necesitamos cambiar con ellos”.
El primer Plan de Estudios (se escribieron cinco más) está fechado el 2 de Octubre de 1806. Lo escribió ella misma, recién elegida Superiora General, con la ayuda de Emilia de Charbonel . El de 1852, recoge la experiencia de cincuenta años de educación y lo esencial del espíritu educador de la Sociedad del Sagrado Corazón.
Su deseo de estar al día en la educación para responder a los retos de los tiempos no cesó durante su vida. En 1864, un año antes de morir, constatando los cambios en educación, lanzó este desafío a la Sociedad del Sagrado Corazón, al convocar el último Capítulo General que presidió: “Hay que revisar nuestro Plan de Estudios, para modificarlo y completarlo.”
Después de la Primera Guerra Mundial en 1922, se llevó a cabo la redacción de otro Plan de Estudios, se reduce la parte de descripción de los programas y se acrecientan las indicaciones pedagógicas, conservando íntegro el espíritu educador.
Con el Concilio Vaticano II, la Sociedad del Sagrado Corazón se abre a un mundo cambiante y busca nuevas formas de vivir ese “espíritu”. Ya no sólo en las escuelas sino también en otros espacios. La llamada apremiante del mundo de los pobres es escuchada y la Sociedad se compromete más activamente con ellos, con los mismos principios, valores, en una entrega creativa.. Este servicio comprende, más que la instrucción, la formación integral de la persona, formación a la vida social y colectiva, y acompañamiento de la fe, con una finalidad netamente definida: “Educación para la justicia desde la fe”.
Los años 90 desafían a las religiosas y las llevan a iniciar una nueva etapa, dando comienzo a la realización de Encuentros de Educación Formal en América Latina. Los primeros donde participaron exclusivamente religiosas y posteriormente se fueron integrando laicos(as) .En el Primer Taller Latinoamericano de Educación Formal que tuvo lugar en Guadalajara en septiembre de 1995, se recoge la experiencia educativa de estas últimas décadas y se presenta una alternativa que continuara esta tradición, aunque en términos más amplios y menos estructurados dada la velocidad de los cambios en nuestros días.
La tarea del Segundo Taller Latinoamericano de Educación Formal, celebrado en Lima en octubre de 1998, fue recoger el trabajo de investigación y reflexión hecho en las Comunidades Educativas de América Latina sobre el Espíritu Educador de las instituciones Educativas, para ofrecerlo como un aporte en el Segundo Centenario de la Sociedad del Sagrado Corazón.El III Encuentro realizado en Argentina el año 2001 coloca su mirada sobre la Pastoral en las instituciones educativas ; el IV Taller realizado en Chile el año 2004 trabaja la gestión Evangelizadora; el V Taller se realiza luego en Puerto Rico el año 2007 en torno a la Formación y Perfil del Educador del Sagrado Corazón. Todos estos espacios de reflexión y crecimiento, de proyecto y misión han marcado las líneas e iluminan el Espíritu de acuerdo a los tiempos y realidades de cada país.
Santa Magdalena Sofía nos sigue pidiendo hoy contemplar al mundo con los sentimientos del Corazón Jesús. Mirar la dura realidad de pobreza e injusticia y descubrir también los gérmenes de vida que ahí afloran. Abrirnos a esa realidad, conocerla en su complejidad, dejarnos cuestionar por ella e iluminarla con la luz del Evangelio para transformarla..
Partir de la realidad y ver de qué manera dar respuesta a sus llamadas fue la gran preocupación de Santa Magdalena Sofía que la hizo fundar la Sociedad del Sagrado Corazón, una Congregación Educadora que cree firmemente que transformar la sociedad es un proceso que pasa necesariamente por la educación.
LÍNEAS PEDAGÓGICAS
1. PEDAGOGÍA QUE HACE MIRAR LA REALIDAD SOCIAL:
La educación es un medio para renovar la sociedad, porque la educación actúa en el corazón de la persona, por esto la educación debe ser una acción "contextualizada" en un marco histórico social, debe ser pensada y planificada a partir de los desafíos del mundo presente.
Este tipo de educación que toma en cuenta la realidad, la analiza y se deja cuestionar por ella, permite a los alumnos y alumnas salir del Colegio con una mayor apertura y sentido social, comprometidos (as) y solidario(as) en proyectos de transformación de la sociedad.
2. PEDAGOGÍA CENTRADA EN LA PERSONA:
"Por el alma de una niña, hubiera fundado la Sociedad del Sagrado Corazón". Esta frase ha dejado en los educadores del Sagrado Corazón , una impronta que lleva a respetar a la persona, a valorarla, a formarla en su totalidad como ser integral.
Frente al ambiente masificador y despersonalizante en que vivimos, aparece con más urgencia aún, la necesidad de una pedagogía que permita una educación en la que cada persona viva su propio proceso de aprendizaje, respetando ritmos y características personales.
Para llevar a cabo esta centralidad del alumno(a) es importante que exista un seguimiento personal. Un acompañamiento que permita caminar a su lado sin violentar procesos, estar convencido de la grandeza de su tarea. Buscando de esta manera el progreso de cada uno(a), según el ritmo que le es propio. Cada edad recibe el modo de educación apropiado a sus años. No se puede educar en serie. En un Colegio hay que lograr ese equilibrio entre la enseñanza en grupo y la formación personal.
3. PEDAGOGÍA EN RELACIÓN:
Santa Magdalena Sofía basa su ser educador en la relación, pasando a ser éste un rasgo fundamental de su estilo pedagógico. El modo de establecer las relaciones es en reciprocidad, reconociendo lo que el educando tiene de don para el educador y a su vez cuidar que nadie, en la comunidad educativa se sienta superior a otros, sino que se construyan relaciones fraternas aportando los dones propios al servicio del bien común
Esta importancia de la relación es la que hace posible el ambiente de familia: de relaciones interpersonales sencillas ;de respeto al otro; a sus ideas;a su expresión, que va creando entre alumnos y profesores afecto mutuo; este ambiente favorece el que cada uno se vaya implicando en el proceso de su propia formación.
4. PEDAGOGÍA QUE PROMUEVE LA FORMACIÓN INTEGRAL:
En el legado heredado por Santa Magdalena Sofía, se reconoce como principio importante la insistencia de una formación integral, es decir que abarque a la persona entera, eso para ella significaba otorgar una preparación intelectual de calidad, sólida y junto a ello, formar, “cuidar el corazón”.
“ La instrucción debe ser de calidad y bien comprendida,” es sin lugar a duda uno de los factores más importantes para educar. “Instruir es edificar desde lo hondo. Que sean competentes en lo suyo, sin menoscabar nada, si es arte, el arte; si son las ciencias, la ciencia…”
Para que la educación sea medio eficaz de formación, requiere una doble condición, que los estudios sean fuertes y que el educador busque llegar al fin principal: formar el espíritu y el corazón de las alumnas y alumnos.
Los programas deben ser estudiados, analizados para lograr una verdadera educación que no pretende acumular conocimientos sino construir en el espíritu, bases sólidas, es decir serios hábitos intelectuales, pero sobre todo lograr en las alumnas y alumnos un pensamiento personal y coherente.
5. PEDAGOGÍA DE LA INTERIORIDAD.
Cultivar la vida interior de las alumnas y alumnos, dar herramientas para ello. La interioridad favorece la posibilidad de volver sobre sí mismo y permite conocerse; de reconocer lo que se está viviendo; fortalecer la autoestima y caminar con seguridad por la vida.
Es la interioridad la que permite una mirada contemplativa sobre el mundo, mirada de acogida, empática, que se hace compromiso. Una mirada crítica y que discierne, que atraviesa la superficie de los acontecimientos que, siendo realista , tiene una mirada trascendente de los acontecimientos y permite saber relativizar lo accidental y distinguirlo de lo fundamental.
6.PEDAGOGÍA DESDE UNA OPCIÓN POR LA JUSTICIA Y DE AMOR A LOS POBRES:
Pedagogía destinada a preparar hombres y mujeres que se comprometan con el mundo que les toca vivir, que se comprometan desde una opción por la justicia y de amor a los pobres, cuidando la integridad de la creación.
Pedagogía que quiere capacitar a las alumnas y alumnos para que tengan una mirada contemplativa de la creación al modo de Jesús, es decir, una mirada de misericordia y compasión. Son estos sentimientos los que engendran un compromiso por la justicia, la paz, solidaridad y cuidado de la creación.
